La biografía del torero Curro Romero puede concretarse en los siguientes términos:
Curro Romero es el nombre torero por el que es conocido Francisco Romero López, también apodado «El Faraón de Camas». Nació en Camas (Sevilla) en 1935. Durante su dilatada carrera despertó las emociones más puras, hondas y contradictorias que el toreo es capaz de generar. Curro Romero es el torero que más veces ha salido por la Puerta Grande de Las Ventas y por la Puerta Grande del Príncipe de la Maestranza de Sevilla. Las dos plazas donde más se le quiere y las dos más exigentes en la entrega de trofeos. Con alrededor de 900 corridas toreadas en su carrera; su trayectoria profesional ha sido una de las más largas conocidas, alternando las tardes épicas con los mayores fracasos,
Familia. Sus padres se llamaban Francisco Romero Velázquez y Andrea López Expósito. Estuvo casado con la cantante Concha Márquez Piquer, hija de Concha Piquer, con quien tuvo dos hijas (Conchitín y Coral, fallecida en accidente en EE.UU.). Después de divorciarse en 2003 contrajo de nuevo matrimonio con Carmen Tello Barbadillo.
Novillero. Inició su vida profesional trabajando como empleado en una farmacia. Debutó como novillero en 1954, en La Pañoleta (Sevilla), junto a Limeño. y debutó con caballos ese mismo año en Utrera (Sevilla), debutó en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid en 1957, acompañando a Adolfo Aparicio y Vázquez II.
Alternativa. Tomó la alternativa en la plaza de toros de Valencia, en 1959 teniendo como padrino a Gregorio Sánchez y testigo a Jaime Ostos. Confirmó la alternativa ese mismo año en Las Ventas de mano de los hermanos Pepe Luis Vázquez y Manolo Vázquez. Curro ha concedido 35 alternativas.
Carrera como torero. La misma temporada de su alternativa triunfó en la Real Maestranza de Sevilla, durante la feria de Abril y ese año firmó 35 corridas y viajó por primera vez a América a torear.
Triunfos. En la temporada de 1961 consiguió un gran triunfo en la corrida de la Prensa de Madrid, en la que consiguió por votación popular la Oreja de Oro, en competencia con César Girón, Pedro Martínez, Pedrés, y Curro Girón.
Salió por la Puerta del Príncipe de la Maestranza de Sevilla en cuatro ocasiones: 1966; 1968; 1972 y 1989. Una de sus tardes más destacadas tuvo lugar en Sevilla el 19 de mayo de 1966, cuando cortó ocho orejas a seis toros, siendo el torero que más orejas ha cortado en una tarde en la Maestranza.
En Las Ventas salió siete veces por la Puerta Grande:1965, 1967,1959, 1963, 1966 y de nuevo en 1966.
Personaje. Curro Romero ha sido un torero polémico, que es defendido a ultranza por sus partidarios, sevillanos en su mayoría, y criticado también con pasión por sus detractores, con lanzamiento al ruedo en múltiples ocasiones de objetos escatológicos a todas luces improcedentes. Necesitaba para triunfar la presencia de un tipo de toros que no sale con frecuencia a los ruedos. Nunca supo, o quiso, taparse con los toros que no fueron de su agrado y de ahí los rotundos fracasos que debemos anotar en su debe. Sus clásicos cuatro mantazos dados con el pico de la muleta y la forma inadmisible de entrar a matar fueron la parte negativa de su toreo. Pero en ocasiones, escasas si se quiere, supo destapar su clásico tarro de las más puras esencias. Por estas contradicciones en su carrera ha sido también, el torero que más veces ha abandonado el ruedo, sin humillación ni espantada, protegido por la fuerza pública. Por ese extraño comportamiento dividió a la afición taurina entre aquellos que le apoyaban incondicionalmente (curristas) y quienes le denostaban (anticurristas).
Estilo. Cuando triunfaba la cadencia y el ritmo de sus verónicas fueron inigualables, así como su media, muy sevillana, y sus lucidos remates. Con la muleta, desde el cite, siempre pecho afuera, hasta el remate, en el que se alzaba siempre su gallardía torera, suspendía el aliento e invitaba al olé encendido. Ha sido considerado como «[...]un torero de arte sublime, un símbolo, la esencia de la pureza y de la majestad». El crítico taurino Díaz Cañabate elogió su estilo y lo catalogó de la siguiente manera: «Curro Romero vino a la Feria de Sevilla y el duende le acompañó, escondido en el capote embrujado, en la muleta. Y no fue Curro Romero. Fue el duende el que toreó». Con tardes de luces y sombras, pero sus partidarios eran incondicionales.
Feria de San Isidro de 1967. En un artículo escrito por Israel Viana y publicado en el diario ABC el 14-05-2010, cuenta que en la feria de San Isidro de 1967, Curro Romero, fue el gran protagonista de la misma porque vivió unos sucesos que le llevaron del calabozo a salir por la Puerta Grande al día siguiente. Aquel año toreó dos corridas consecutivas y antagónicas, en conducta y resultado, que le sirvieron para comenzar a hacerse la leyenda que tuvo en el futuro. Porque pasó del infierno del toreo a la gloria en apenas 48 horas. Y es que en la corrida del 25 mayo, Curro Romero se alzó en rebeldía al negarse a matar al quinto toro de la tarde, porque según él, aquel toro ya estaba toreado, por lo que, a la hora de tocar los clarines en el cambio de tercio, se refugió junto a la barrera y dejó pasar el tiempo. Por este plante fue detenido y encarcelado en la Dirección General de Seguridad donde pasó la noche.
Al día siguiente, el torero de Camas tenía que torear, en la misma plaza, junto a Paco Camino y Diego Puerta. Por la mañana, liberaron a Curro Romero, después de pagar una fuerte multa, y el compromiso de que torearía por la tarde. Fue, la corrida que más expectación levantó de toda la Feria y mucha gente acudió movida por el morbo de que el diestro podría repetir el «espectáculo» de la jornada anterior. Pero Curro se transformó en aquella corrida histórica y volvió dispuesto a desquitarse. Los toros le ayudaron a salir del comprometido trance, pero él ayudó a los toros con toda la gallardía de su toreo. Gallardía unida al temple. Temple unido a una elegancia producida por la naturalidad derivada del buen gusto. En los pases de Curro Romero se percibe claramente como la inspiración desciende a su muleta y asciende al arte del toreo. Aquella tarde que se «arrebujó» a los toros como pocas veces, que se mostró valiente como nunca, logró saldar la deuda contraída con la afición el día anterior logrando resarcirse y abrir la Puerta Grande de Las ventas.
Retirada. Se retiró a los 66 años de edad, después de 42 años de actividad profesional. Se despidió de los ruedos en un festival realizado en La Algaba (Sevilla), en el 2000, donde cortó dos orejas. Sin embargo, la última vez que se vistió con traje de luces fue en Murcia, el 10 de septiembre de 2000, corrida en la que alternó junto a Julián López «El Juli» y Pepín Jiménez.
Reconocimientos.
En diciembre de 2001 fue presentada, en esta ciudad que lo adoptó, el monumento "Sevilla a Curro Romero". Se trata de una magnífica obra del escultor Sebastián Santos, quien ha sabido plasmar uno de los famosos "desplantes" del matador.
En 1993 le concede la Junta de Andalucía la Medalla de Andalucía.
El nombramiento de Hijo Predilecto de Andalucía (2005).
Hijo Predilecto de la Provincia de Sevilla (2005)
La Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, (1997). Siendo el primer torero en recibir este galardón.
Académico de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla.
En 2001 un jurado compuesto por cronistas taurinos y aficionados lo incluyó dentro de la lista de los 10 toreros más importantes del siglo XX, junto a los siguientes matadores: José Gómez "Joselito", Pepe Luis Vázquez, Juan Belmonte, Domingo Ortega, Manolete, Antonio Bienvenida, Antonio Ordóñez, Paco Camino y El Viti.
2020, Hijo Predilecto de Andalucía.
2024 la Junta de Andalucía le ha concedido el Premio Andalucía de tauromaquia.
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