domingo, 14 de enero de 2024

Pedro Romero

 


La biografía del torero Pedro Romero, puede concretarse en los siguientes términos:

Pedro Romero Martínez, conocido en la historia taurina como Pedro Romero, nació en Ronda (Málaga) en 1754 y dejó su huella imborrable en el mundo del toreo hasta su fallecimiento en 1839, a la edad de 84 años, también en su ciudad natal.

Se le reconoce como el principal matador de toros de su tiempo, compitiendo de manera feroz con destacados rivales de su época como Joaquín Rodríguez Costillares y Pepe-Hillo. Su maestría en la lidia, especialmente en la suerte de matar al toro, le ganó el apodo cariñoso de "El Infalible" entre sus contemporáneos. Pedro Romero fue un visionario adelantado a su tiempo, destacando la importancia de la quietud del torero, declarando que "el toreo no se hace con las piernas, sino con las manos," un concepto revolucionario en la escuela sevillana.

Familia, Proveniente de una ilustre dinastía taurina, Pedro Romero era hijo del renombrado torero Juan de Dios Romero de los Santos. Sus hermanos, José, Gaspar y Antonio, también siguieron los pasos del arte taurino.

Inicios. Inició su carrera taurina como segundo espada en la cuadrilla de su padre y en 1771, participó en tres novilladas que se celebraron en Jerez de la Frontera.

Torero, Desde su debut en Madrid en la temporada de 1775 Pedro Romero adquirió fama y compitió de igual a igual con su padre y Costillares, ganándose el mismo reconocimiento y favor del público.

Éxitos. En 1789, durante las festividades por la coronación de Carlos IV, Pedro Romero se destacó aún más, superando a sus rivales, lo que consolidó su posición en el corazón de los madrileños. Esta competencia histórica con toreros como Pepe-Hillo dio origen a la distinción entre dos escuelas taurinas, la sevillana y la rondeña, siendo Pedro Romero recordado como el postrer vencedor.

Su exitosa carrera duró hasta su retirada en 1799, en ese tiempo Pedro Romero se mantuvo como un matador destacado en las plazas de primera categoría. A lo largo de su extensa carrera, mató más de 5.600 toros sin recibir nunca una cornada.

Plaza de toros de Ronda. El 19 de mayo de 1785, Pedro Romero y sus hermanos José y Antonio torearon con Pepe-Hillo en la corrida de inauguración de la Real Maestranza de Caballería de Ronda, la plaza que a mediados del siglo XX adquiriría gran relevancia taurina con la Corrida Goyesca que anualmente organizaba Antonio Ordóñez, y que ya en el siglo XXI organiza su nieto Francisco Rivera Ordóñez.

Reaparición. Después de su retirada en 1799, reapareció en 1806 pero se negó a torear para los franceses. Su última faena fue en 1831 a los 77 años, dedicando el toro a la futura reina Isabel II de España.

Otras tareas. Tras su retirada definitiva Pedro Romero se ocupó de sus tierras de olivos y casas puestas en alquiler en su ciudad natal (en 1817 declaró a Contribuciones que poseía dos olivares, una viña, un trigal y doce casas en Ronda),

Reconocimientos. Debido a su alta categoría como torero, en 1830 fue nombrado director de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, centro por el que pasaron algunos diestros que con el tiempo fueron, como mínimo, históricamente tan importantes como el propio maestro. Fueron discípulos suyos Francisco Arjona Herrera Cúchares y Francisco Montes Paquiro, quienes serían los grandes rivales de su generación. Cerrada la Escuela en 1834, el diestro se trasladó de nuevo a Ronda, donde parece ser que falleció de tabardillo en 1839.

“Pedro Romero —escribió Cossío— es uno de los toreros que deben quedar en la historia del toreo como ejemplares de valor, probidad y competencia.

Pedro Romero debió ser amigo de Francisco de Goya, pues éste no sólo le incluyó en su serie de estampas recogida en la Tauromaquia, sino que le hizo dos magníficos retratos al óleo, en los que el diestro rondeño aparece con una expresión de mesurada dignidad.

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