Francisco Montes "Paquiro", antes de una corrida. La despedida del torero, 1847 © Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en préstamo gratuito al Museo Carmen Thyssen Málaga
La biografía del torero Paquiro, puede concretarse en los siguientes términos;
Francisco Montes Reina, conocido en el mundo taurino como Paquiro, nació en Chiclana de la Frontera (Cádiz) en 1805 y falleció en Madrid en 1851 a la edad de 46 años, víctima de una cornada mal curada.
Familia: Hijo de Juan Félix Montes, natural de Puerto Real (Cádiz), quien se desempeñaba como administrador del marqués de Montecorto, y de María de la Paz Reina de Chiclana. Paquiro contrajo matrimonio en secreto con Ramona Juan de Alba y en 1849 tuvo un hijo, llamado Juan Ramón Francisco de Paula, quien lamentablemente falleció a los 18 años.
Formación: Tuvo una sólida educación con aspiraciones de convertirse en cirujano en el Real Colegio de Cirugía de Cádiz, pero la pérdida de la posición económica de su padre lo llevó a abandonar esa idea y trabajar como albañil. La familia abandonó su cómoda vivienda y se trasladó a Chiclana, cerca del matadero, donde Paquiro tuvo sus primeros encuentros con vacas y toros bravos.
Novillero: Su debut en un cartel de toros tuvo lugar en El Puerto de Santa María el 1 de junio de 1830, actuando como sobresaliente de espada. Posteriormente, se formó en la Escuela de Tauromaquia de Sevilla dirigida por el maestro Pedro Romero, donde destacó desde sus primeras clases. En 1831, se trasladó a Madrid con el respaldo del conde de la Estrella, su protector a la sombra.
Alternativa: Paquiro tomó la alternativa en Madrid el 18 de abril de 1831, de manos de Juan Jiménez Morenillo. Durante la ceremonia, demostró serenidad y asiento, realizando buenos quites, aunque sufrió su primera cornada.
Trayectoria como torero: A partir de 1840, mantuvo una histórica rivalidad con Costillares, compartiendo los mayores reconocimientos de la época. Fue el torero mejor pagado durante varios años, destacándose por la cantidad de corridas que realizaba anualmente.
Estilo. Discípulo de Pedro Romero en la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, fue un gran innovador de la lidia, especialmente en la suerte de capote. Quiebros, quites, recortes, galleos… Nada se le resistía a Francisco Montes en el arte de torear, al que reportó mucha dignidad y no poca destreza: en la templanza con las banderillas, la pericia con la muleta y la maestría con el capote. Dio impulso a la renovación de la lidia, aplicándole sentido artístico y creador, reformando el concepto de espectáculo taurino, por lo que se le tiene como al instaurador del toreo moderno.
Innovaciones. El uso de la montera se remite a 1835 y fue introducida por Francisco Montes ‘Paquiro’, de aquí su nombre derivado de su apellido Montes, como se puede observar en gráficos de toreros antiguos como Pedro Romero, quien fue el precursor de la tauromaquia y Francisco Arjona ‘Cúchares’, a quien se le atribuye el uso de la muleta como medio artístico, de ahí que se llame al toreo como “El Arte de Cúchares”. Paquiro introdujo también modificaciones significativas en la vestimenta de los toreros.
Publicaciones: En 1836, Paquiro publicó el libro "Tauromaquia Completa. El arte de torear en la plaza, tanto a pie como a caballo", que se convirtió en un clásico de la literatura taurina. En esta obra, estableció su concepción del toreo, delineó las reglas del torero y contribuyó a la evolución del traje de luces. En la redacción del libro estuvo ayudado por un periodista.
Decadencia: A pesar de su valentía, Paquiro sufrió numerosas cornadas que afectaron sus habilidades, retirándose en 1847 con fama de leyenda. No obstante, regresó a los ruedos en 1850 para financiar sus ruinosas inversiones pero ya sin mucho éxito.
Muerte: El 21 de julio de 1850, sufrió una cornada en una pierna en Madrid que lo apartó definitivamente de los ruedos. Su larga y dolorosa convalecencia culminó con su fallecimiento el 4 de abril de 1851 a causa de fiebres.
Honores: En Chiclana de la Frontera se erige un museo en honor a este matador romántico, que alberga, entre otras piezas de la época, su destacado libro "Tauromaquia Completa" de 1836.
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