jueves, 4 de enero de 2024

Álvaro Domecq Romero


La biografía del rejoneador y ganadero Álvaro Domecq Romero, puede concretarse en los siguientes términos:

Álvaro Domecq Romero, rejoneador, ganadero y bodeguero, nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1940. Su multifacética personalidad y enérgico carácter lo convirtieron en un apasionado amante de los caballos y un destacado impulsor de la equitación. Su legado perdura a través de la fundación de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, una institución de renombre.

Como experto en caballos, Álvaro Domecq demostró su agudo discernimiento al seleccionar destacados ejemplares de Pura Raza Española y Pura Sangre Lusitano, con los cuales brilló en las principales plazas de España e Hispanoamérica durante sus faenas como rejoneador.

Familia. Hijo del rejoneador Álvaro Domecq Díez, que fue el primer continuador de una notable dinastía de rejoneadores que ha sido seguida por sus sobrinos Luis y Antonio Domecq Domecq. Contrajo matrimonio con su prima segunda María Isabel Domecq Ibarra.

Formación. Su formación académica incluyó estudios de Peritaje Mercantil en España y Peritaje Agrícola en el Reino Unido.

Inicios en la tauromaquia. Desde su infancia, inmerso en el entorno taurino y ecuestre, Álvaro Domecq forjó su destreza en la lidia a partir de los doce años, enfrentándose a becerras en treinta festivales. Sin embargo, no estuvo exento de percances, como la lesión nasal sufrida en Olvera (Cádiz).

Debut. Debutó como caballero rejoneador de novillos en 1959 en Ronda (Málaga) y recibió la alternativa en 1960 en El Puerto de Santa María, de manos de su propio padre. A partir de entonces, se consolidó como una de las grandes figuras del rejoneo, participando en numerosos festejos y cruzando el Atlántico para exhibir su arte ecuestre en México.

Triunfos. En 1971, a raíz de la generalización de las llamadas 'corridas del noble arte del rejoneo', Álvaro Domecq Romero se lanzó a una frenética firma de contratos que le llevaron a lidiar ciento once corridas a lo largo de aquella campaña. Tras esta afortunada reaparición, siguió en activo durante varios años mas

Cortó siete orejas en una brillante actuación en la plaza de Barcelona, y cosechó un triunfo no menos memorable en su Jerez de la Frontera, el día 1 de noviembre de 1971, fecha en la que dio cuenta de siete astados a los que amputó, en total, dos rabos y siete apéndices auriculares y eso que sufrió una espectacular caída que no tuvo consecuencias.

En 1983, cortó dos orejas y salió a hombros por la Puerta Grande de la Monumental de Madrid. Al término de la Feria de San Isidro de aquel año, le fue entregado el trofeo "Antonio Cañero", con el que la Casa de Córdoba en Madrid premiaba la mejor faena ecuestre del ciclo.

Iniciativas. Fundó la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre en 1975 y después de su retirada de los ruedos pasó a dedicarse por completo a la dirección de la escuela y a los negocios familiares, fundamentalmente, a atender los viñedos de su familia.

Retirada. Álvaro se retiró del ejercicio activo del rejoneo el 12 de octubre de 1985, en una tarde memorable en la plaza jerezana, con su padre y maestro, Álvaro Domecq y Díez, y acompañado por Fermín Bohórquez Escribano, los Hermanos Peralta, Leonardo Hernández, el portugués Lupi y su sobrino y discípulo Luis Domecq.

Caídas. Quizás la primera caída de un caballo fuera en Olvera (Cádiz), en 1959, sufriendo una lesión grave en la nariz. Más tarde sufriría otros percances de mayor o menor entidad. En 1966 resultó gravemente herido, en la plaza de Madrid; otra grave lesión la sufrió en 1979, en la plaza de toros de México, fracturándose el brazo izquierdo; y en 1985, también sufrió la fractura de dos costillas.

Doma. La maestría que Álvaro Domecq Romero ha mostrado siempre en el ejercicio de la doma le ha llevado a proclamarse Campeón de España de Doma Clásica, así como a obtener numerosos galardones por su manejo de la garrocha. En su faceta de criador y domador, consiguió magníficos ejemplares como Triunfo, Verónica y Zalamero, todos ellos hijos de Espléndida, la célebre yegua con la que tantos éxitos alcanzó su padre.

Premios y honores.

  • En 1972 fue homenajeado con el Premio Caballo de Oro, que otorgaba el Ministerio de Información y Turismo, con tal motivo, Álvaro Domecq preparó y le presentó al entonces Príncipe de España el espectáculo "Cómo bailan los caballos andaluces" quien tras disfrutarlo le sugirió que le diese continuidad y lo difundiera.

  • Trofeo de la Corrida de la Merced (1964),

  • Trofeo Maestranza de Sevilla (1966, 1967 y 1970)

  • Trofeo Martini (1970).

  • Placa Española de la Asociación de Criadores de Caballos (1972

  • Trofeo de Criadores de Ecuador y con el Premio de la Crítica de Rejoneo (1981)

  • Garbanzo de Plata de Madrid,

  • Puya de Oro de Madrid

  • Trofeo Cuatro Palma

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